Brewdog, una empresa cervecera escocesa de más de 1.000 empleados ha anunciado que dará a sus empleados una semana de permiso si adoptan una mascota para acostumbrase a la nueva situación. No es la única.
De diez horas a tres semanas, ese es el tiempo que unas cuantas empresas pioneras empiezan a conceder a aquellos de sus empleados que adopten o compren una mascota. La última -y la que más ruido mediático ha generado- ha sido Brewdog, una firma que se ha propuesto ser (palabras textuales) “la mejor compañía en la que trabajar que haya existido”. El reparto entre los empleados del 10 % de sus beneficios anuales, la flexibilidad para tomarse periodos sabáticos y (cómo no) la posibilidad de llevar a los perros al trabajo han sido algunas de sus políticas en esta dirección. A estas medidas se suma la semana de permiso pagado para que los empleados se acostumbren a su nuevo perro, y viceversa.
Brewdog se creó en Escocia en 2007 por tres amigos, los humanos James Watt y Martin Dickie y el perro Bracken. Diez años después, sus cervezas artesanas se han convertido en un fenómeno social, especialmente en el Reino Unido. Más de mil empleados en todo el mundo (además de la elaboración cervecera tienen sus propios bares, uno de ellos en Barcelona, en Casanova, 69), un reality con sus fundadores como protagonistas y hasta la Orden del Imperio Británico avalan esta afirmación. Alex Rivero, responsable de marketing de BrewDog Barcelona, nos explica que “cerveceras (Aberdden y Columbus) y bares son dos secciones diferentes del mismo barco. En las fábricas están aplicando esta medida, y en el bar BrewDog Barcelona (“dog friendly”, como todos) lo contemplamos pero aún no hemos llegado a implemenatarlo”.
Los empleados de Brewdog pueden llevar a su perro al trabajo. FOTO: CORTESÍA DE BREWDOG
Si bien Watt y Dickie han sido los más virales, no han sido los primeros en ofrecer este permiso. En 2009 ya lo ofrecía la australiana Virgin Mobile y, según un estudio de la compañía aseguradora de mascotas (sí, esto existe… en Reino Unido) Petplan, al 5% de los propietarios se les ha ofrecido tiempo libre para atenderlas (de nuevo, hablamos de Reino Unido, quizá el país más dog friendly del mundo).
La flexibilidad se da sobre todo en empresas relacionadas con animales, como Mars Petcare (el grupo que engloba a Pedigree, Royal Canin, Whiskas y otras), pero es precisamente una firma ajena al sector la más permisiva. Se trata de BitSol Solutions, una empresa de telecomunicaciones en la que la baja de paternidad animal es de tres semanas. Su fundador y director, Greg Buchanan explica en una entrevista a This Morning que con esta medida los empleados no solo se sienten más vinculados a la empresa, sino que ha comprobado que aumentan su productividad.
Hay más datos que respaldan esa afirmación. Según una encuesta de la ONG animal Blue Cross realizada a 2.000 dueños de mascotas, más de la mitad (el 65%) habían fingido una enfermedad para atender a sus perros y gatos por ser incapaces de admitir ante sus jefes la auténtica razón, que no siempre es la adaptación del recién llegado, sino también las citas con el veterinario o las dificultades para gestionar la muerte del animal. Éste es el principal motivo del absentismo laboral, ya que la mayoría de los ‘viudos’ necesitan un proceso de duelo de seis meses, un duelo que incluso puede llevar a la depresión o a crisis profundas en el 12 por ciento de los casos. Son datos de un estudio realizado por la Universidad de Hawaii.
Sin embargo, mientras las mascotas están vivas y sanas, según Psychology Today, sus propietarios tienen más autoestima y sociabilidad y son más felices. Y por tanto, más productivos. De ahí que los empresarios los quieran cerca.
El lado oscuro de la baja
La idea parece estupenda, pero según la entrenadora canina de DogLogic, Trudi Thorpe, “tratar a los cachorros como a bebés y estar con ellos constantemente durante la baja generará en los perros ansiedad por separación y llorarán todo el día cuando el dueño vuelva al trabajo”.
Hemos preguntado al educador canino Máximo Bustamante sobre el tema: “El hecho de dar una semana de ‘paternidad perruna’ no garantiza que la introducción del perro en el hogar se haga de la forma más adecuada, otros factores pueden generar problemas como ansiedad, estrés, etc… que pueden incrementarse precisamente por la presencia de los propietarios. Por ejemplo, si estos empiezan prestando una atención completa al perro, éste puede desarrollar una relación de dependencia”. En su opinión este tipo de permiso puede ser positivo “para los humanos, porque les proporciona tranquilidad y baja sus niveles de estrés (al no preocuparse por si el animal habrá roto algo o si estará bien, lo que podría influir negativamente en su entorno laboral). Y para el perro, porque durante este periodo se pueden observar los posibles problemas de conducta, si los tiene, para afrontarlos cuanto antes”.
Gracias a: Fuente: Silvia López – El País