Por supuesto, es normal que los perros se rasquen, pero un ataque repentino e intenso puede ser un signo de una reacción alérgica. Un ataque repentino e intenso de rascarse, especialmente durante un período prolongado de tiempo, o durante las horas nocturnas cuando dormir naturalmente debe tener prioridad. Esto puede manifestarse como picazón, picadura, lamido y, o masticación de una o más partes del cuerpo (también conocido como «prurito»).
1. Causa primária.
Las alergias, los ácaros, las infecciones de la piel y las picaduras de insectos menores son las causas más comunes de rascado intenso.
2. Cuidado inmediato
El rascado no controlado puede provocar lesiones autoinfligidas, o en raras ocasiones, en el caso de algunas reacciones alérgicas un shock anafiláctico.
Restrinja al perro.
Revise la piel, especialmente en las áreas más picantes.
Si puede identificar la causa de la picazón, como ocurre con los insectos o las arañas, quítala.
Aplica compresas frías en las áreas más picantes durante aproximadamente 15 minutos.
Los champús de avena pueden ser de algún alivio temporal en muchos casos.
Si el rascado del perro es intenso, administre un antihistamínico, (llame a su veterinario para obtener la dosis correcta).
Si el rascado continúa, empeora, o no tiene una causa aparente, lleve al perro al veterinario para un examen físico completo, y hacerse pruebas básicas de laboratorio.
3. Cuidado del veterinario. Diagnóstico.
El diagnóstico invariablemente implica raspaduras en la piel, frotis de impresión, hisopos de oído, y otros métodos básicos para analizar la piel, y sus posibles parásitos, y agentes infecciosos.
4. Tratamiento.
El tratamiento para rascarse, picar, masticar, lamer, morder (también conocido como prurito), requiere un diagnóstico inicial. Solo entonces se puede determinar el enfoque del tratamiento. El tratamiento puede incluir desde champús, baños y enjuagues cremosos hasta antibióticos, antifúngicos, parisitacídicos, e inmunosupresores (como corticosteroides y ciclosporina). Los protocolos de restricción de alimentos e hiposensibilización también pueden estar en orden, (como para las alergias alimentarias y ambientales, respectivamente).
5. Prevención.
Las pulgas y algunos ácaros se pueden prevenir con una variedad de medicamentos de venta libre y recetados. Pídale a su veterinario una recomendación de producto, o medicamento. De lo contrario, las alergias no tienen un medio específico de prevención.
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